Profunda Crisis En La Afición

Vence el Madrid ante el Numancia con un golazo de Robben y otro de Raúl que iguala la  cuenta de Don Alfredo. Estas son las únicas notas positivas de un partido donde queda evidenciado el maltrato de balón al que el equipo nos tiene acostumbrados. Y digo que nos tiene acostumbrados, no solo por ser más norma que excepción, si no por la actitud conformista que se respira en ciertos sectores del “madridismo.” Actitud que se contradice con la imagen de calidad y señorío estandarte del equipo merengue durante el siglo XX.

Si bien es sabida por todos la crisis institucional y deportiva en la que el equipo se ve sumergido, más alarmante es la crisis de identidad sufrida por ciertos aficionados. Estos aficionados elevan a los pedestales más altos a jugadores de segunda y tercera clase como si fueran dioses olímpicos. Estos aficionados parecen no recordar, o nunca han sabido, lo que significa el Real Madrid en el mundo del futbol y del deporte. Y lo que es peor, estos aficionados pretenden equiparar al que sigue siendo mejor club del mundo con segundones y equipos de media tabla. A todos estos aficionados, yo les quiero recordar lo siguiente.

El público del Bernabéu va al campo a ver buen futbol. Y cuando no lo ve, pita. Si no, que se lo pregunten a Butragueño, Hierro, y Ronaldo entre muchos otros. En el Camp Nou, Henry puede tirarse una temporada entera de vacaciones pero en el Bernabéu no. En el Bernabéu te puedes llamar Zidane, pero como no corras, luches, y juegues al futbol, te pitan. El que piense que es de corte racista pitar a Drenthe, que se quede en casa porque una cosa es segura, con la calidad demostrada por Drenthe, se le va a pitar. No porque sea negro, si no porque es muy malo.

El Madrid nunca temió a ningún rival. Ni cuando el equipo se vio sumido en una crisis deportiva como la que se respira hoy; jamás, el Madrid salió acojonado al campo de un rival, y mucho menos del Barcelona. Aun cuando el Barcelona ha tenido un equipo superior, ellos han sido los que siempre han andado con precauciones. Ese es el complejo de segundon de España con que todo seguidor del Barca nace. Y aquellos que quieren contagiarnos ese complejo no pueden calificarse de madridistas.

Por último, me apena que ciertos “aficionados” cataloguen a leyendas del futbol español como canceres y lacras. Les recuerdo que si se han ganado dos títulos de liga con jugadores mediocres ha sido porque el equipo, aun siendo malísimo, estaba unido y jugaban todos para todos. Cuando había que correr, corrían todos; cuando había que defender, defendían todos; y cuando había que celebrar, celebraban todos sin menospreciar a nadie. Esto solo fue posible gracias a ciertos jugadores veteranos que inculcaron a los jóvenes y recién llegados lo que es el Real Madrid. Sin estos jugadores veteranos, no se habría ganado nada; de la misma forma que sin jugadores como Juanito o Santillana nunca se hubiera remontado contra el Anderletch. Claro, muchos de estos “aficionados” madridistas no recuerdan esa remontada o ni siquiera saben quién son Juanito y Santillana.

El Madrid necesita una reforma deportiva e institucional que devuelva los valores del club y enseñe a la afición lo que verdaderamente significa ser aficionado madridista. Y esta reforma debe ocurrir pronto, porque corremos el riesgo de convertirnos en uno de los equipos más insignificantes del siglo XXI.