Y es que no se le pueden pedir peras al olmo. La actual plantilla no puede hacer más de lo que ya ha hecho, y la renovación debe ser inmediata. Los pilares que sostenían este equipo sufren un largo deterioro que parece irreversible, y sin ellos, este Madrid no puede subsistir. No hay clase ni originalidad. Y hemos encumbrado hasta los pedestales más altos a medios talentos que en circunstancias normales tendrían una vida escueta en la Castellana.
Era inevitable que, tras el clásico empujón por la destitución de un entrenador, el equipo caiga desplomado en sus propias carencias, y una vez más nos enseñe su cara más patética y descorazonante. Al nuevo míster no se le pueden pedir milagros. Tras la embarazosa situación con los fichajes invernales, aun se acusan severas necesidades para afrontar el resto de la campaña. Sin dudar de la capacidad de Juanfran como entrenador, es obvio que el equipo no está en una situación donde pueda afrontar y sacar adelante los compromisos que tiene delante. Cada semana, la Liga se aleja un poquito más, y Europa nunca estuvo al alcance.
La garra, único estandarte de pasadas campañas, ha desaparecido. Y los aciertos, que en el pasado embellecían las carencias de ciertos jugadores, han vuelto a su estado natural acentuando esas mismas carencias. Y es que de donde no hay, no se puede sacar. Y donde una vez hubo, hoy se está agotando y por mucho que exprimamos el jugo, o el juego, no sale.
Después de culebrones de fichajes, entrenadores destituidos, y dimisiones de presidentes, ¿qué nos queda al madridismo? Tal vez, afrontar el resto de temporada con tranquilidad y resignación. Y esperar que a partir de ahora las cosas se empiecen a hacer correctamente. Que las elecciones se convoquen inmediatamente, que la directiva vencedora planee la próxima temporada como es debido, y que los fichajes lleguen de forma adecuada para que puedan trabajar en pre-temporada con el resto del equipo. Algo que suena tan sencillo, ha sido una labor imposible en los últimos años. Esperemos que esta vez se consiga por el bien del club.